10 Sep
10Sep

Un Camino Difícil, pero Seguimos Adelante

Este último periodo ha sido extremadamente duro para nosotros. Confié la operación de nuestro querido daycare a una persona en quien creía profundamente, alguien a quien consideraba no solo una empleada, sino una socia con la responsabilidad y el compromiso que ello implica. Lamentablemente, esa confianza fue traicionada de la manera más dolorosa. 

Por razones médicas y familiares, me vi obligada a ausentarme temporalmente, dejando en manos de esta persona la gestión diaria del daycare. Sin embargo, lo que ocurrió fue desgarrador. En lugar de asumir el rol de socia, de estar a la altura de las responsabilidades que este puesto demanda, ella simplemente se limitó a recibir su salario, sin aportar ni una solución cuando se presentaban desafíos. 

Con sus mentiras y su falta de compromiso, nos empujó a tomar decisiones precipitadas, desde retirar a los niños más grandes antes de tiempo hasta asumir personal que en ese momento no podíamos sostener, todo bajo el pretexto de estar enferma. Al final, descubrimos la verdad. Meses de mala gestión y engaños, que influyeron negativamente en muchas personas, incluyendo a nuestros niños y sus familias. Es devastador ver cómo, durante los seis meses que le dimos la oportunidad de liderar, todo fue desmoronándose poco a poco.

Hemos trabajado duro durante más de diez años para construir este daycare. Dormimos en el suelo, pasamos por situaciones difíciles que pocos imaginarían, y todo para ofrecer un espacio seguro y amoroso para los niños. Ver cómo nuestra reputación ha sido dañada en tan poco tiempo, aprovechándose de que estamos lejos y no podemos regresar de inmediato, ha sido un golpe muy duro.

Pero no vamos a rendirnos. Estamos comprometidos a levantar de nuevo este proyecto que tanto esfuerzo nos ha costado. Ya estamos trabajando arduamente para reabrir, paso a paso, con la esperanza y la fe de que todo mejorará.


Moraleja: Cuando uno se asocia con alguien, debe ser parte de la solución, no del problema. Las acciones malintencionadas siempre terminan perjudicando a quien las realiza. Nos tomará tiempo, pero volveremos más fuertes y con más ganas de continuar brindando lo mejor para los niños y sus familias. El mal que se nos hace, al final, solo fortalece nuestra determinación.

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